Uno en ocasiones se pregunta: ¿Cómo puede ser que hombres de Dios, que iglesias, que ministerios, de pronto lo pierdan todo? ¿Cómo Dios permite que una persona caiga, después de lo que construyó para la Obra, después de todo lo que sirvió al Señor? La respuesta es muy sencilla: tu pasado no te ha de ayudar en el presente; cuando las cosas no se hacen bien, la Presencia de Dios es traspasada y la iglesia muere. Y cuando esto sucede, cuando la Gloria se va, no pierdas ni un minuto y síguela adonde vaya, como hizo Obed Edom. Donde la Gloria de Dios está, ahí tú debes estar.
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