Todos pasamos en algún momento por Siclag, el sitio donde uno tiene que vivir mientras tanto Dios no cumpla lo que nos prometió. Y si tú has tenido días malos y has llorado porque todavía no llega lo que el Señor te prometió, hoy Él te dice: Está bien que lloraste, pero ahora ¡basta! deja de llorar. Fortalécete, porque Yo estoy sacando el grano limpio de ti y este proceso te va a hacer mejor persona de lo que eras y va a hacer que dependas de Mi.
0 Comentarios