El reflejo de tu comunión
Las muchas palabras pueden abundar en nuestra boca, pero solo se quedan en palabras cuando nuestras acciones no son el reflejo de esas palabras.
Tú puedes hablar muy bonito, puedes saber mucho de la Biblia, puedes orar de una forma excelente, tu voz puede parecerse a la de un ser angelical, pero si tu vida no refleja todo lo que dices, entonces es un vil mentira.
En el cristianismo lo que cuenta son las acciones y no tan solo las palabras. Si yo digo amar a Dios pero mi vida es desordenada y vacía en cuando a mis acciones, entonces ¿Dónde está el amor que digo tener por Dios?, ese amor me tendría que llevar a vivir una vida agradable a Dios, una vida que refleje mi amor por Dios, una vida que tendría que ser ejemplo para otros que cómo yo aman y quieren obedecer a Dios.
Lo que haces o dices es el reflejo de tu comunión, no me vengas a decir que amas a Dios, que eres un excelente cristiano, si tu testimonio o tu vocabulario no reflejan que eso es así.
Jesús lo dijo de está manera:
“Cada árbol se conoce por los frutos que produce. De una planta de espinos no se pueden recoger higos ni uvas. La gente buena siempre hace el bien, porque el bien habita en su corazón. La gente mala siempre hace el mal, porque en su corazón está el mal. Las palabras que salen de tu boca muestran lo que hay en tu corazón.»
Jesús continuó diciendo: «Ustedes dicen que yo soy su Señor y su dueño, pero no hacen lo que yo les ordeno.”
Lucas 6:44-46 (Traducción en lenguaje actual)
Hoy quiero invitarte a honrar a Dios con lo que haces, con lo que dices y hasta con lo que piensas. Dios se merece todo nuestro esfuerzo, él se merece que intentemos y logremos cada día ser mejores para Él.
Que nuestras acciones honren a Dios y hablen en bien de Él porque al fin y al cabo nosotros somos representantes de Cristo en este mundo, aunque no quisiéramos que fuera así la gente pone su mirada en nosotros y en lo que hacemos y una de las mejores formas de ganar a la gente para Cristo es demostrarles que hemos sido transformados por su poder y que ya no somos los mismos que antes y que ahora vivimos para Dios.
¡Tu testimonio y tus palabras son el reflejo de tu comunión con Dios!
Autor: Enrique Monterroza
Escrito el 21 de Enero de 2014
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com - www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
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